La Unión Sindical de Trabajadores de Melilla (USTM) lamenta la situación que están soportando los vigilantes que realizan servicio en el parque forestal Juan Carlos I en el que, desde hace unos meses, los responsables de seguridad privada de la Ciudad han decidido reducir a un solo vigilante el turno de noche haciendo efectivo un apéndice del pliego de condiciones que les permite distribuir la seguridad como consideren necesario.
A la situación de la reducción del servicio, para dejar con un solo vigilante de seguridad un recinto de tales dimensiones, hay que sumar los continuos apagones que se registran en el recinto, lo que hace que prácticamente no puedan desempeñar su trabajo por el peligro que conlleva.
El sindicato entiende que, si en un principio los técnicos aconsejaron dos vigilantes por turno en el pliego de condiciones, reducirlo a uno para cubrir otro servicio que desempeñaban policías locales es una “temeridad” porque solo pone en peligro al vigilante y a los usuarios.
Además, recuerda que desde hace unos meses, la empresa Sureste Seguridad ha dado orden de que el vigilante no pueda acceder con el vehículo al parque forestal una vez esté cerrado. Para USTM es además un agravante ya que en la zona solo hay otro parque, un colegio y una residencia de ancianos, lo que hace que los aparcamientos de los alrededores queden completamente vacíos y solo esté la presencia del coche del vigilante, lo que lo convierte en un blanco fácil.
En este sentido, la USTM denuncia también que hay muchos más servicios en turno de noche con un solo vigilante, como el del centro de Ocio y Deportes de Rostrogordo, el parque Lobera o el Fuerte de Victoria Grande y subraya que si algún día ocurriera algún accidente con el vigilante, se responsabilizará directamente a la persona o personas que tomaron la decisión de reducir la presencia de seguridad en un recinto tan grande en turno de noche.