Más de una decena de trabajadores de Correos se han concentrado a las puertas de la unidad de reparto para reivindicar una mayor contratación de cara a las vacaciones de verano.
Explica Juan Diego Román que de los catorce empleados que se van de vacaciones en agosto la empresa solo contempla la sustitución de cuatro, lo que provoca que la plantilla se encuentre a la mitad y que se tenga que “recortar” el servicio público. A eso se le suman las ausencias estructurales, que, dice, tampoco se cubrirán.
Recuerda el secretario provincial de CCOO en Correos “la carga de trabajo” a la que se ha sometido el personal de la oficina de Melilla en las elecciones autonómicas y en las generales. Considera que han sido dos procesos “muy duros y sacrificados” y asegura que se sigue sintiendo “la fatiga” porque, aunque desde un primer momento se instó a la empresa a reforzar la plantilla, “no se atendió el llamamiento”. En este sentido, espera que en un futuro se tengan en cuenta las peticiones para que los ciudadanos puedan disfrutar del servicio con “la máxima calidad y garantía posible”.
Por otro lado, avanza que no se descartan otro tipo de medidas si la situación se mantiene como hasta ahora, como una huelga general, varias jornadas de paro parcial o una concentración a las puertas de la Delegación del Gobierno.
Por último, lamenta que en más de una ocasión se ha buscado el apoyo de diferentes formaciones políticas, aunque sin éxito, porque “se entiende” que al ser una sociedad anónima no pertenece al Estado, algo que no comprende, ya que la empresa depende directamente del Ministerio de Hacienda y de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Expresa que “el único que ha mostrado interés” es el popular Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu con las interpelaciones presentadas en el Congreso de los Diputados.