El portavoz del Grupo Popular en la Asamblea considera ilegítima la intromisión del consejero de Deportes en la organización de clubes como la Unión Deportiva Melilla. Para Miguel Marín, lo que hace Rachid Bussian al amenazar con reducir el presupuesto a esas entidades privadas si no se atienen a sus indicaciones es un “chantaje” intolerable.
Marín asegura que el propio consejero reconoció en una entrevista concedida a Televisión Melilla que estaba dispuesto a darle hasta 1,5 millones de euros a la Unión Deportiva Melilla, cantidad que otros medios reducen a 900.000 o incluso a 600.000 euros porque la subvención final dependerá de que el club ponga al entrenador y al equipo técnico que Bussian impone.
El ex consejero de Deportes acusa al cepemista de recurrir al chantaje, valiéndose de su posición política, para que la Unión Deportiva Melilla cumpla con sus exigencias si no quiere recibir 300.000 euros menos. Según Marín, Bussian “piensa que está en Venezuela” y que hacer esas imposiciones a organizaciones privadas.