El Partido Popular tiene claro que si el presidente de la Ciudad hace un balance positivo de la gestión del Gobierno es porque ha continuado todos los proyectos que dejó en marcha el anterior Ejecutivo de Juan José Imbroda. Miguel Marín asegura que gracias a esto Melilla continúa andando, aunque a ralentí.
El secretario general del PP local cree que hay que tener mucha cara para decir, como ha hecho Eduardo de Castro, que a pesar de la herencia recibida del Gobierno Imbroda “la cosa no ha ido mal”.
Para el popular el balance realizado por el presidente de la Ciudad es un auténtico monumento al “disparate y a la tomadura de pelo”. Marín no entiende que De Castro diga que el 26 de mayo recibió un mandato claro de los ciudadanos parar ejecutar el cambio cuando, recuerda, Ciudadanos estuvo a 200 votos de no obtener ningún diputado.
Además de recordar que todas las “fotos” que se ha hecho el nuevo Gobierno ha sido con proyectos iniciados o presupuestados por el anterior Ejecutivo, Miguel Marín subraya que no es el PP el que pone palos en las ruedas del Gobierno, sino los propios partidos que lo integran, como en el caso de la prórroga del contrato de Purísima.
El secretario regional del PP defiende que no todo vale para estar en el Gobierno y le reprocha al tripartito que siete meses después no haya presentado todavía su programa de gobierno ni haya entregado a los partidos de la oposición el anteproyecto de presupuestos para 2020. Con este panorama, dice, es imposible que Melilla genere expectativas de futuro.