El jueves comenzarán las obras en la calle García Margallo para la mejora de la calzada y el aumento del espacio de las aceras que cuenta con una inversión 2,5 millones de euros, de los cuales 2,4 están financiados con fondos europeos. Una actuación que se va a dividir en cinco fases que se desarrollarán en un plazo máximo de cuatro meses cada una.
Manuel Ángel Quevedo explica que se ha realizado un “estudio detallado” para tratar de molestar el menor tiempo posible a unos vecinos que ya están sufriendo las consecuencias de los retrasos en la calle García Cabrelles.
Se trata de un proyecto cuyo contrato está firmado con fecha del 23 de febrero del presente año, aunque no se ha puesto en marcha hasta ahora. El consejero de Medio Ambiente y de Naturaleza explica que se ha barajado la posibilidad de retrasar el inicio o incluso anular estos arreglos porque ha existido un “error en la planificación” de las obras para no “confluir en la misma zona”. Pero no ha podido ser así porque, asegura Quevedo, Melilla podría perder 3,2 millones de euros de fondos de Europa para esta actuación y para las intervenciones en la Plaza del Rastro y el barrio del Industrial.
La parte positiva es que el resultado final dejará una zona renovada y acorde con todo el centro de la ciudad con aceras más amplias, con la misma calzada, adoquines en los laterales, etcétera. Asimismo, esta obra supondrá la instalación de una tubería de grandes dimensiones y un sistema de recogida de agua diferenciando las pluviales de las fecales. Determina Quevedo que seguirá “buscando las soluciones” para que el tráfico sea la más fluido posible en la zona durante la acometida.