El acto con el que conmemorar el 28 aniversario del Estatuto de Autonomía contemplaba “un merecido reconocimiento” a Juan José López Rodríguez, director general de Desarrollo Autonómico y Ordenación Normativa, un funcionario de la Administración local “con una trayectoria profesional incuestionable, de una imparcialidad y lealtad de agradecer”.
Remarca Eduardo de Castro que, además de sus colaboraciones en revistas especializadas, Juan José López es autor de cuatro libros sobre el Estatuto de Autonomía de Melilla “que han tenido una amplia difusión, contribuyendo así al conocimiento y difusión del régimen de autonomía de nuestra ciudad autónoma”. Menciona dos reseñas de dos de los prólogos de sus libros que el presidente de la Ciudad suscribe “plenamente”. La primera la de Juan Cano Bueso, presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, quien hacía referencia al autor y al desempeño de los funcionarios públicos, “hombres y mujeres de ningún partido y de todos, profesionales que anteponen el servicio público y el interés general a cualquier otra prioridad o veleidad (..). A ese selecto y escaso grupo entiendo yo que pertenece el doctor López Rodríguez, un acreditado alto funcionario que ejerce como director general en la Ciudad Autónoma de Melilla”.
La segunda reseña es la de José María Pérez Medina, director general de Cooperación Autonómica y Local del Ministerio de Política Territorial, quien en 2018 apuntaba que “desde casi el inicio de la autonomía melillense, Juan José López siempre ha sido el profesional formado, riguroso, capaz y entregado que expone y defiende, siempre con convicción y entusiasmo, las posiciones jurídicas y políticas de la Ciudad Autónoma de Melilla ante las instancias gubernamentales, llamando la atención sobre las especialidades de Melilla y aportando soluciones realistas y viables”.
Servicio de Desarrollo Autonómico
“Inesperado” reconocimiento que Juan José López recoge “con honor” en un día “tan señalado”, en el día en el que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Melilla, “un hecho que supuso un antes y un después y que supuso la incorporación al Estado autonómico dentro de una España indisoluble, además del gran avance que supuso en el plano institucional y en el desarrollo socioeconómico”, al pasar Melilla de ser un “mero” ayuntamiento “de régimen común” a una Ciudad Autónoma. Palabras de recuerdo hacia los primeros técnicos que formaron parte del Servicio de Desarrollo Autonómico, “un órgano que se creó en 1998” y que presidió Carlos Rolín.