Podemos apuesta por hacer de Melilla una ciudad cardioprotegida a través de la instalación de desfibriladores en espacios públicos y entidades privadas, como centros educativos, instalaciones deportivas, centros comerciales o museos, y con la correspondiente formación a los ciudadanos para su uso. La formación que dirige Gema Aguilar considera “vergonzoso” que los ciudadanos tengan que vender pulseras, como se está haciendo desde el proyecto ‘Pulseras con corazón’, para comprar un desfibrilador para el centro Pintor Eduardo Morillas.
Óscar Gaztelumendi asegura que estas iniciativas ciudadanas son respetables, pero cree que es “humillante” para Melilla que sean los propios ciudadanos los que tengan que comprar estos aparatos cuando los pagan con sus impuestos. Así las cosas, insta a los melillenses a exigir a la Administración la adquisición de estos desfibriladores, ya que es quien tiene el dinero y la capacidad para ello.