El pliego de condiciones del nuevo contrato de seguridad privada para las dependencias municipales sale adelante con los votos a favor del PP, PSOE y Vox, la abstención del grupo mixto y con CpM en contra.
El consejero de Seguridad Ciudadana ha insistido en que es un contrato “muy potente” de cuatro años que asciende hasta los 22 millones de euros. Entre las principales novedades, se incluye un aumento de la plantilla, que pasa de 105 a más de 200 trabajadores, lo que representa un incremento del 36%. Además, el precio por hora de servicio ha subido de 15 euros a 17,40 euros, reflejando una mejora sustancial y cualitativa de las condiciones de trabajo.
Además, se le exige a la empresa adjudicataria que la gran mayoría de los vigilantes de seguridad tengan contratos fijos para potenciar la estabilidad laboral.
Igualmente, la empresa deberá dotar a todos los trabajadores de material y equipamiento, una de sus reivindicaciones principales.
A la adjudicataria del servicio también se le obligará a tener una aplicación informática para controlar entradas, salidas y rotaciones. Como novedad, la empresa deberá llevar a cabo, mensualmente, una evaluación de riesgos de cada centro en el que un vigilante tiene que desempeñar sus funciones y que será entregada a la Ciudad.