SATE-STEs reclama un inicio del curso escolar que cuente con “todas las garantías” para los docentes que repercutirá en la mejora de la calidad educativa del alumnado. Cree que el hecho de que el primer día de clase se produzca durante la semana de fiestas patronales no debería afectar al normal funcionamiento de las aulas, aunque exige que se actualicen las instalaciones para mejorar el acondicionamiento antes las elevadas temperaturas que se registran en septiembre y octubre.
Elvira Sánchez comprende que tan solo el 7 de septiembre es el único día lectivo que se enmarca en la Feria de Melilla y que, al ser una jornada “de encuentro y más flexible”, no supone un problema para la adaptación al nuevo curso de los estudiantes.
Reclama en los micrófonos de COPE Melilla a los organismos competentes que se mejore la climatización de los centros educativos porque la miembro del secretariado de SATE-STEs se muestra “preocupada” ante la realidad que está dejando el cambio climático con veranos cada vez más largos, dificultando que se cumpla la “normativa de riesgos laborales” en la ciudad cuando durante los primeros y últimos meses del curso se registran temperaturas por encima de los 25º.
Mantiene las reivindicaciones históricas del sindicato y que continúan siendo reclamos con la solicitud de la equiparación del complemento específico o la actualización de las licencias y permisos para favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar.
Asimismo, exige que las contrataciones en todas las categorías profesionales se produzcan el 1 de septiembre para poder “funcionar con todas las garantías”, que se produzca la reducción de horarios en los docentes o que la disminución de las ratios de alumnos por aula se refleje en todas las etapas educativas.
Sánchez aboga porque las sustituciones se produzcan “de forma inmediata”, que se cuenten con todos los recursos para los alumnos con necesidades específicas, que se ofrezcan más plazas para los ciclos de Formación Profesional más demandados y que se realice una inversión en la burocratización a la que se enfrentan los docentes con continuos problemas en el programa digital que se emplea para la gestión de su labor que genera “muchos quebraderos de cabeza”.