Bajo los lemas ‘Por una sanidad pública de calidad’ y ‘Por un aumento de la plantilla’, los médicos de Melilla se han concentrado por sexto día a las puertas del Hospital Comarcal para exigir al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) las mismas condiciones laborales que tienen en el resto de las autonomías.
Apuntando que en la asamblea convocada ayer por el Sindicato Médico de Melilla aumentaron los motivos de la huelga, el pediatra César Feliu destaca la penalización del ejercicio mixto y la necesidad de “que vengan más facultativos de muchas especialidades”, ya que actualmente solo hay dos radiólogos, cuatro cirujanos y dos digestivos, lo que provoca que, dependiendo de la especialidad, haya “listas de espera muy dilatadas” y que los sanitarios tengan que cubrir hasta 15 días de guardia al mes.
Critica que el Ingesa “es incapaz” de atraer profesionales y que, a pesar de intentar negociar en reiteradas ocasiones, siempre se han encontrado con “palabras vacías y promesas incumplidas”. Lamenta, asimismo, que, aunque los facultativos apuestan por una sanidad de calidad, “tanta carga asistencial” les está “quemando” hasta el punto de replantearse ejercer en otro lugar.
Sostiene que no están al tanto de la supuesta reunión que comentó ayer la delegada del Gobierno y que las cifras que proporcionó sobre los profesionales que secundan la huelga “están maquilladas”. Dice que hay que tener en cuenta que “están en mínimos” y que hay que cubrir los casos no demorables.
Mantiene que la huelga no finalizará hasta que no se convoque una reunión bilateral con el Ingesa en la que se cierren “los puntos necesarios e imprescindibles” para que los médicos desarrollen su labor “acorde al resto del territorio nacional” y con un calendario en firme.