Somos Melilla insiste en que la Ciudad Autónoma debe atender a los “graves problemas” de limpieza, empleo, agua o economía y no “derrochar” nueve millones de euros en cargos de libre designación y electos.
Amin Azmani lamenta que el Gobierno local “con su mayoría absoluta” ha provocado un sobrecoste de 1,7 millones de euros en “personas designadas a dedo” y que se unen a los 1,3 millones en sueldos de consejeros y viceconsejeros. Cree que, con el tamaño de Melilla, similar a un barrio de Madrid, se debería invertir el dinero público correctamente para ser “la Andorra del norte de África”.
Defiende que la Ciudad Autónoma dispone de personal que puede “asesorar, orientar y dar consejero” y que se trata de un “derroche” de dinero que no ayuda a frenar que “ocho de cada diez jóvenes quieran irse de Melilla”, muchas familias deban emigrar al no encontrar trabajo o que las empresas echen el cierre. Critica Azmani que el Gobierno de la Ciudad está “cometiendo los errores del pasado”.