Únicamente 40 de los 1.200 menores acogidos actualmente en los centros de la ciudad cuentan con la tarjeta de residencia física en vigor, lo que supone un 3,5 por ciento del total. Es un dato que ha confirmado el viceconsejero del Menor y la Familia. En declaraciones a COPE Melilla, Abderrahim Mohamed ha comentado que este ha sido uno de los asuntos que ha abordado recientemente con la directora y responsables de la Oficina de Extranjería de la Delegación del Gobierno, al objeto de darle mayor celeridad a la tramitación de este documento.
El cepemista ha explicado que la demora de esta tarjeta se debe a la falta de personal que existe en la Oficina de Extranjería, que solo cuenta con un empleado para tramitar todos los expedientes, expedientes que se paralizan, en muchas ocasiones, en periodo vacacional. Abderrahim Mohamed recuerda que, al no contar con este documento, muchos de los menores no pueden acceder a los cursos de formación e “integrarse laboralmente” cuando alcanzan la mayoría de edad. Para evitar esta situación, la Administración central se ha comprometido a agilizar todo este proceso.
Ambas Administraciones también han acordado trasladar su queja a la Jefatura Superior de Policía por el tiempo que se tarda en realizar las pruebas osométricas para comprobar la edad del menor. Entendiendo que la dilación que se registra se debe a la falta de plantilla, el consejero señala que, si los resultados se obtuvieran rápidamente, se evitaría la saturación de los centros de acogida por personas que son adultas y que hacen uso de los recursos y servicios que se prestan en estas instalaciones.
El consejero ha comentado que durante la reunión tiempo hubo también para hablar de la situación de los menores solicitantes de asilo. En este sentido, la Oficina de Extranjería recordó a la Ciudad Autónoma que al tramitar esta solicitud se anularía el proceso para la obtención de la tarjeta de residencia del menor.
A raíz de todo lo expuesto, Abderrahim Mohamed valora de forma “muy positiva” el encuentro mantenido con la directora y responsables de la Oficina de Extranjería. Dice que fue “una reunión muy fructífera”, interesante, que se desarrolló en un ambiente muy cordial. Apunta que se seguirá trabajando con todas las entidades pertinentes para mejorar las condiciones de acogida de los menores e intentar aliviar la presión migratoria de la ciudad