Después de confirmar su continuidad en la máxima categoría del voleibol nacional, el Club Voleibol Melilla ha comenzado a trabajar en la confección de una plantilla para encarar una temporada más en la Superliga masculina. La primera noticia es la renovación del jugador argentino Mariano Ariel Giustiniano.
El entrenador Salim Abdelkader asume como principal misión formar un grupo que afronte con soltura las exigencias de la escala y poder resarcirse del mal sabor de boca que supuso la temporada 2019-2020, en la que, a falta de una jornada, el equipo se encontraba en puestos de descenso, “pese a tener una de las mejores plantillas de la categoría”.
Competición con jugadores nacionales
No obstante, se apunta que las normas de la competición obligan a tener un mínimo de jugadores españoles en el equipo “y eso supone una ardua lucha entre los clubes para hacerse con los servicios de los jugadores nacionales, que, además de ser escasos, son muy solicitados también a nivel internacional”.
Además, la directiva está manteniendo conversaciones con jugadores locales para conocer sus expectativas “y con el deseo de poder contar con el máximo número de canteranos posible, ya que son la verdadera esencia de nuestro deporte”.
En todo caso, se remarca que la verdadera incógnita a la que se enfrenta el voleibol y todo el deporte en general será la progresión de la pandemia y el posible rebrote, “así como las normas que se impongan por la llamada nueva normalidad”. Se asegura que “habrá cambios en el desarrollo de las competiciones, tal y como las conocíamos hasta ahora”.