El Ministerio de Sanidad y el Instituto de Gestión Sanitaria mandan en Melilla en
negativo. Su política es la del no, porque no han hecho nada de nada para que
nuestra crítica situación mejore. El futuro, viendo los antecedentes, se presenta
oscuro y sin base alguna para ser optimistas, por mucho que nos vendan el futuro
hospital universitario como polo de atracción.
Les voy a hacer un repaso del negacionismo de los que maldirigen nuestra
sanidad y puedo empezar por el hospital. No lo han abierto, no han dado una
fecha concreta para hacerlo y no parece que lo vayan a hacer en breve. Por el
camino hemos tenido que aguantar visitas puntuales, hasta de la ex ministra
Carolina Darias, para no decir nada. Por no decir no nos han dicho aún cuál es
el plan de recursos humanos para hacer funcionar el hospital. Máquinas y
material sí han comprado, pero no tenemos sanitarios suficientes para ponerlo
en marcha. Es fácil, ¿cuándo lo inauguran?, ¿cuándo va a recibir pacientes?, y
¿quién les va a atender?
Sigamos. Ha pasado un año de la declaración de Ceuta y Melilla como zonas de
difícil cobertura para el personal sanitario y no han aplicado ni una sola medida
para respaldarlo. El papel lo aguanta todo, está claro, pero ¿por qué no han
activado ya medidas similares a las que se aplican en las islas menores?
Otra. La huelga sanitaria cumplió el pasado 9 de marzo un año y no se han
sentado a negociar con los médicos. No nos han escuchado. No han solucionado
los problemas existentes, que son muchos y cada vez más. No han hecho nada
de nada de nada. Incluso la nueva ministra, como médica que es, vendió diálogo
y comprensión ante los medios, pero luego no ha venido a Melilla, no nos ha
atendido, no ha negociado ni hablado con ninguno de los muchos perjudicados
que hay en Melilla (personal sanitario y pacientes) e incluso no ha dicho la verdad
en el Senado. ¿A qué espera para tomar medidas en el único territorio, con
Ceuta, que depende directamente de su Ministerio?
Eso sí, ha mandado a algunos de sus asesores en secreto. Lo ha hecho hace
bien poco, pero para nada porque sólo han hablado con los que malgestionan
en Melilla. Les han dado el paseo de rigor, el que no enseña lo mucho que hay
bajo la alfombra y se van con una visión edulcorada de la realidad, porque no
han hablado con los médicos, no han hablado con el Sindicato Médico y tampoco
lo han hecho con los verdaderos afectados, los ciudadanos.
Por ir acabando, que tampoco les quiero aburrir con algo que ustedes ya saben.
Enumero unos cuantos noes de esta pésima gestión y les dejo.
No hay médicos suficientes, ni especialistas, ni de Atención Primaria ni del 061.
No hay un plan para atraer talento y no hay visos de que lleguen recambios
suficientes a corto plazo. Con muchas áreas bajo mínimos, el verano puede ser
horroroso.
Y como no hay facultativos, los turnos de guardia son inhumanos y en algunos
casos hasta ilegales. Podemos hablar también de las listas de espera por la falta
de personal, pero ya están al tanto.
No hay turnicidad ni un convenio en condiciones en el servicio del 061. No hay
pediatras en Atención Primaria. No hay quien aguante cupos que rondan los 60
pacientes al día en los centros de salud. No hay un servicio de Atención
Temprana como dicta la ley…
Conclusión: Los que dirigen aquí no hacen. Los que están en Madrid tampoco
hacen nada. Hay una evidente, y quizá punible, dejación de funciones. El
problema ya es una crisis y va camino de ser una catástrofe. Y la gente,
sanitarios y pacientes, estamos hastiados, pero habrá que levantarse y salir a la
calle para defender lo nuestro.
Justo Sancho-Miñano
Ginecólogo y presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla