Ser el sindicato más representativo del sector público conlleva una fuerte responsabilidad para con todos sus empleados (afiliados o no) en defensa de sus derechos.
Y es precisamente esa protección la que impulsa a CSIF a convocar una huelga el próximo 13 de febrero. Porque cuando hablamos de MUFACE, pese al fácil discurso maniqueo de algunos sectores sindicales y políticos, no hablamos ni de ataques a la sanidad pública, ni mucho menos de privilegios de unos cuantos.MUFACE nació en 1975 porque los funcionarios no tenían derecho a la asistencia sanitaria de la Seguridad social, cuyo modelo entró oficialmente 8 años antes, estando obligados a organizar sus propias mutualidades por pequeños colectivos para atender su asistencia sanitaria.
Con la ley 29/1975, de 20 de julio, el Estado las aunó en una sola mutualidad. 3 años después se crearían la Mutualidad Judicial (MUGEJU) y el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS).
Por tanto, la opción de concertar la asistencia sanitaria con empresas privadas ya era previa al nacimiento de MUFACE, y se contempló como una continuación de un derecho adquirido al obtenerse la condición de funcionario, equivalente a otros derechos que otros colectivos, públicos y privados, negocian en sus convenios, pondremos como ejemplo los préstamos blandos para empleados de banca o billetes gratuitos en empleados de líneas aéreas.
La afiliación a MUFACE no es opcional, aunque sí lo es elegir, dentro de la mutualidad, la opción de asistencia médica.
Al estar gestionado desde el Ministerio que regula la Función Pública (no el Ministerio de Sanidad) desde su creación, MUFACE forma parte del sistema público de salud, en el que los mutualistas, como todo trabajador, abonan su cuota mensualmente, pero en el que el Estado, a diferencia de lo que hace cualquier empresario a la Seguridad Social, NO APORTA EL 23,6% DEL SALARIO, sino un tanteo en los presupuestos generales. Si esto sucediese, la cuantía ofertada ahora mismo para la licitación apenas alcanzaría para cubrir un 65% de mutualistas. Es decir, el modelo de MUFACE resulta para el estado MÁS BARATO que la Seguridad Social.
Tampoco consideramos que se pueda considerar un privilegio que nuestros mutualistas jubilados, al contrario de los del Sistema Nacional de Salud, tengan un copago farmacéutico, ni que tengamos unos servicios médicos impuestos que nos impide optar a todas las especialidades ni a todos los tratamientos. Por hacer una analogía didáctica: digamos que la Seguridad Social es un sistema de salud “a la carta” y MUFACE es un sistema de salud “de menú del día”.
Entonces ¿por qué CSIF lleva años denunciando el deterioro de la financiación del modelo, meses anunciando lo que puede suceder y, sobre todo, por qué convoca huelga?
Por decirlo en breve, si el modelo de MUFACE ha probado ser eficaz durante los 50 años de vida que tiene, ahorra dinero a la administración y evita que el sistema nacional de salud, ya bastante deteriorado, colapse al tener que admitir a más de un millón de nuevos usuarios, no entendemos por qué este empeño en dejarlo morir. Solo nos queda la mera cuestión ideológica: asociar MUFACE a lo privado y atacarlo so pretexto de “defensa de lo público”, lo cual queda patente en cada vez que la Ministra de Sanidad hace una declaración.
Nadie puede dudar de que CSIF nació y continúa como un sindicato que defiende lo público. Hemos salido a la calle a defender a los servicios públicos en todos sus aspectos (sanidad, educación, justicia…), y defender el modelo actual de MUFACE hasta sus últimas consecuencias con la huelga del 13-F no es defender lo privado, sino unos derechos laborales adquiridos.
El gobierno aún no ha publicado la nueva cuantía de licitación, ni las aseguradoras, en consecuencia, han presentado ninguna oferta. Por tanto seguimos como estábamos en octubre, sin una certeza de que el modelo de MUFACE vaya a continuar, con el agravante de que recibimos cientos de quejas de mutualistas que no están siendo atendidos por sus compañías pese a la resolución de 26 de diciembre que les obligaba a hacerlo.
Por tanto, por el futuro de la sanidad de todos, hacemos un llamamiento a unirse a esta convocatoria no sólo a los actuales mutualistas, sino también a los que lo serán en un futuro próximo. Porque con nuestra salud no se juega.
Luis Escobar Ruiz
Presidente de CSIF Melilla