Mª Elisa Perlado del Campo, exdirectora médica y exgerente en funciones del Hospital Comarcal de Melilla, nos remite el siguiente artículo de opinión:
El Hospital Universitario
Hemos cambiado de año y seguimos igual. La apertura del Hospital Universitario, que estaba planificada para septiembre de 2023, sigue sin llevarse a cabo.
Hemos podido escuchar las declaraciones de varias personas (algunos, políticos, otros, no sé) echando la culpa a uno u otro partido político… Ya sabemos de qué va.
Ya os lo decía en mi carta de noviembre del año pasado. Los “responsables” de todo el proyecto son personas “afines al partido” que, desde sus despachos, sin importar su preparación ni conocimiento, toman decisiones sin conocer la gestión hospitalaria.
Hay una organización, llamada INGESA, responsable del nuevo hospital y cuyos servicios centrales están en Madrid. Allí ha habido una serie de directivos, puestos por los políticos, que han pisado muy poco Melilla (los que lo han hecho) y han descargado la mayor parte de la responsabilidad de poner en marcha el hospital en unas personas determinadas. Todas ellas mediocres, con poca o ninguna idea de gestión, de construcción de hospitales, de trabajo en equipo y, también sin conocer Melilla (excepto Omar Houari, que se mueve en su cortijo como pez en el agua).
En el Hospital Comarcal han tenido directivos preparados, que han vivido en Melilla, con conocimientos en gestión y en hospitales, pero los han echado. ¿Por qué? Los buenos directivos se rodean de profesionales, incluso mejores que ellos, para hacer un buen trabajo. Los mediocres se rodean de personas que no les hagan sombra…
Más de un año sin gerente, ahora uno con poca experiencia en apertura de hospitales.
Muchos meses sin director de gestión. En la convocatoria, según la cual debería de tomar posesión en noviembre, no han seleccionado a personal funcionario o estatutario del grupo A con experiencia, sino que ha sido seleccionado un “politólogo” que empezará a trabajar en breve, cuando acabe un curso que está haciendo para conocer cómo funciona la Administración. (¿????)
Más de un año sin director médico de Atención Primaria. Ni se le espera ya que parece que los militantes de los partidos implicados no están interesados en el puesto.
Meses sin director de enfermería en el hospital. Jubilaron de forma obligatoria a una directora, excelente profesional, válida e implicada que había vivido desde el principio la organización del nuevo hospital
Pero mantienen al subdirector de gestión, militar en la reserva sin idea de hospitales, al que han aprobado una oposición para que pueda quedarse en otra Administración en un grupo A, en lugar del grupo C al que ha pertenecido siempre, hasta que se jubile. Eso sí, suele presentarse como “persona del partido y militante de UGT”.
Hemos leído en la prensa el fallecimiento de un paciente por falta de médicos. Toda Melilla sabe que, desgraciadamente, no es más que uno de los casos. No hay médicos, no hay hospital, aunque está hecho, todos lo pueden ver… ¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa? Que no nos engañen. No hay directivos que sean profesionales preparados para poner en marcha un hospital, para solucionar los problemas que van surgiendo, como la falta de profesionales… Se necesita auténtica gestión hospitalaria y saber trabajar en equipo con los profesionales implicados.
Como decía en mi carta anterior: Deseo de corazón que la (ya no tan) nueva Dirección del INGESA pregunte y conozca la verdad de todo y tome decisiones para que Melilla tenga SU hospital, porque lo necesita.
Y que no se olvide de que gracias a Omar Houari, Fidel Campoy y Javier López, además del retraso y las deficiencias que se encuentren en el nuevo hospital, han conseguido que las garantías de los aparatos que han comprado y no han puesto en marcha estén caducadas o a punto de caducar.
BASTA YA. ¿Cuántos pacientes tienen que irse a la península para ser atendidos? ¿Hay que soportar las infraestructuras y el calor del verano un año más en el Comarcal?
Melilla necesita el nuevo Hospital Universitario, con una plantilla y una cartera de servicios acorde a sus circunstancias. Estamos en el siglo XXI y existe una gran distancia por mar o aire (a veces insalvable) a cualquier hospital cercano.