Somos Melilla sostiene que el nuevo contrato marítimo “no tiene ni pies ni cabeza” porque se ha redactado sin tener en cuenta a las partes implicadas y critica que la Ciudad Autónoma “no eleve el tono” ni exija explicaciones al Ministerio de Transportes .
Reprocha Amin Azmani a la delegada del Gobierno que “lance fuegos artificiales y una euforia que no se corresponde con la letra pequeña” del contrato marítimo. Se refiere, entre otros puntos, al incremento del precio en butaca y en camarote preferente, así como a la antigüedad del segundo buque, que puede ser de hasta 25 años.
Considera que, a pesar de que el nuevo contrato marítimo ha experimentado un incremento “importante” de más de ocho millones de euros, no beneficia a los melillenses, sino a las navieras, “que no paran de recibir dinero a tres bandas”.