El Comité de Empresa de Sureste Seguridad denuncia “el intento de homicidio” que sufrió un vigilante de seguridad en la tarde del pasado jueves “con un atropello al entrar a actuar entre una pelea de bandas en las puertas de Urgencias del Hospital Comarcal”. Ha sufrido la rotura de los huesos de la muñeca y el golpe le ha afectado a varias costillas, “aunque ya está fuera de peligro y recuperándose de las lesiones”. El Comité de Empresa de Sureste Seguridad espera “que el peso de la justicia recaiga sobre el agresor en cuestión”.
Señalando que los trabajadores de seguridad que forman parte de la plantilla en el Comarcal han sido objeto de agresiones por parte de usuarios “que llegan al centro con la intención premeditada de generar conflictos”, se defiende que, “ante estas circunstancias”, el servicio de seguridad “ha actuado con valentía y profesionalidad a pesar de que los recursos de protección proporcionados por la empresa son muy limitados”.
“A la evidente necesidad” de aumentar el número de efectivos por la noche y reforzar el horario de tarde -ya que sólo hay tres vigilantes por la tarde y otros tres por la noche que se quedan en dos a partir de las 03.00 horas-, añade la falta de Equipos de Protección Individual (EPI’s) “que brillan por su ausencia”.
Manifiesta que los vigilantes de seguridad no cuentan con walkie talkies para la comunicación interna entre diferentes puntos del servicio “con el fin de solicitar ayuda y esenciales para el desempeño de este trabajo en recintos tan grandes”. En todo caso, se matiza que se trata de una carencia que afecta a todos los recintos que cuenten con más de un vigilante por turno.
Se concluye remarcando que “escatimar en recursos de seguridad pone en peligro no solo a los vigilantes, sino a toda la ciudadanía”, algo que, “por desgracia”, se está convirtiendo en una constante tanto por parte del Ingesa y de la Ciudad Autónoma como de la empresa, “que no repone los walkies por el coste de la instalación de una antena para su funcionamiento”.