El vicepresidente primero de la Ciudad cree que el hecho de que Baleària no haya presentado el ferry Rusadir al concurso del nuevo contrato marítimo para conseguir más puntos y ser la adjudicataria denota que es un “auténtico despropósito que el Gobierno de España debe resolver”.
Dice Miguel Marín que, “aplicando el sentido común, no se llega a entender” de qué forma beneficia la subida de ocho millones de euros, porque, asegura, el nuevo contrato no mejora los precios, el servicio, ni la calidad.
Considera que lo “lógico es elaborarlo de nuevo”, incluyendo dos lotes: uno para la línea que conecta con Málaga y otra para Motril y Almería.
Por último, apunta que lo “queda claro” del nuevo contrato marítimo es que “tiene a todo el mundo enfadado, menos a Sabrina Moh”.