El Gobierno local lamenta que, a pesar de que el presupuesto para el contrato marítimo se haya incremento en 8,5 millones de euros al año, este aumento no entraña “beneficios para los melillenses, al contrario, los perjudica”.
Daniel Conesa explica que en el Consejo de Gobierno que se ha celebrado esta mañana se ha invitado a diferentes representantes políticos, entre ellos, los senadores, la diputada nacional, algunos presidentes de sociedades públicas y al presidente de la Autoridad Portuaria que, como miembro del Partido Popular, ha detallado los pormenores del pliego que ha salido a licitación en un solo lote con los tres puertos por dos años, prorrogables por otros dos.
Lamenta que la valoración que se hace es “en esencia muy negativa” porque se ofrece más dinero, pero “menos calidad, menos servicios y precios más caros” que los ciudadanos van a poder comprobar próximamente.
Detalla el popular que solo se exige un barco con una antigüedad inferior a cinco años para una sola ruta, pero, en el resto, ese tiempo se puede incrementar hasta los 25 años. Una medida que considera que es un “sin sentido” porque no existe un equilibrio en la calidad que se ofrece en todos los destinos.
Otro de los principales errores que señala el consejero de Hacienda es que no se aumentan las frecuencias, que quedan establecidas en seis a la semana con el puerto de Málaga y tres en Motril y Almería. Pero lo que considera peor Conesa es que existen precios que experimentan una subida en el precio final para el ciudadano en los camarotes, la butaca preferente o que solo se fija la cuantía en los turismos de un tamaño inferior a los 4,5 metros.
Lamenta que tenga que ser Marina Mercante la que fije los refuerzos que se prevén en fechas de mayor demanda, sin que haya un criterio que atienda las necesidades de los últimos años en épocas como la de verano en la que se desarrolla la Operación Paso del Estrecho. Y lo que para Conesa es “la guinda del pastel” es que solo se fijan los precios para los residentes en Melilla, descartando la posibilidad de poder beneficiar a los posibles turistas que deseen emplear el transporte marítimo.