El Sindicato Médico lamenta que Ingesa “se mantenga en la inacción” que lo ha caracterizado en los últimos meses y aclara que, a pesar de que en la respuesta parlamentaria al Grupo Popular del Ministerio de Sanidad se comente que la huelga médica se ha desconvocado, simplemente está suspendida y que se puede reactivar en cualquier momento.
Elisabeth García Cortacero ha indicado en los micrófonos de COPE Melilla que, aunque no se sepa si una delegación de competencias en la Ciudad Autónoma supondría una mejora de la situación “crítica” en la que se encuentran los facultativos, se deben articular las medidas necesarias para que no se enquiste el problema.
Explica que la distancia de la gestión de la sanidad desde Madrid provoca que “no les duela” la atención que se presta a los melillenses desde el Hospital Comarcal y los centros de salud y, en este sentido, se presupone una mayor sensibilidad al presidente y los consejeros del Gobierno local que si que precisan de estos servicios.
Critica la presidenta del Sindicato Médico que los representantes del Ejecutivo central “estén aquí como si no fuera con ellos” porque, a pesar de que la titular de la Delegación del Gobierno anunció que estaría dispuesta a intermediar y entablar conversaciones con el Comité de Huelga, “lo han evitado a toda costa”.
Expone que se viene un “verano horrible” sin el personal adecuado para poder cubrir el servicio con las vacaciones del personal en urgencias y en otros servicios que cuentan con importantes deficiencias.
Espera que la visita que han realizado los asesores del Ministerio de Sanidad signifique que próximamente sea la propia titular de la cartera, Mónica García, la que viaje hasta Melilla para conocer en primera persona el problema.
Reconoce que es “muy difícil tener un seguimiento en condiciones” y mantener de forma sostenida la huelga porque casi todos los profesionales ya forman parte de los propios servicios mínimos que se acuerda y, en ocasiones, explica García Cortacero, supone tener el “doble de trabajo” al día siguiente. Planteará la posibilidad de convocar una concentración con el tiempo suficiente para que tenga publicidad y pueda contar con el apoyo de toda la ciudadanía.
Expone su propio caso en el que, siendo una profesional joven de fuera de Melilla, observó el “potencial” que podría tener el desarrollar su labor en la ciudad, pero, determina, “para estar mal y sin la familia la mayoría se van”. Apunta que este es un problema muy importante al que se debe hacer frente ante la edad media elevada de los facultativos.