El Sindicato Unificado de Policía lamenta que se continúe un año más sin la proyección de una nueva jefatura del cuerpo nacional de seguridad en Melilla y sin haber conseguido la ansiada equiparación salarial. Reclama, igualmente, un aumento de los efectivos destinados en el paso de Beni-Enzar de cara a la futura apertura de la Frontera Inteligente.
Jesús Ruiz Barranco reconoce que este 2023 ha sido positivo en algunos aspectos porque se ha conseguido un aumento de la plantilla, que se ha rejuvenecido, con casi 100 policías “para dar un mejor servicio de seguridad”. Además, gracias a las reclamaciones de SUP Melilla, se ha logrado dotar de pistolas táser que permiten al personal operativo poder realizar una correcta intervención.
Aun así, critica Ruíz Barranco que la Jefatura Superior necesita una renovación, una de las principales reivindicaciones históricas del sindicato, y que los policías nacionales siguen siendo “los perdedores” con respecto a las pensiones que cobran los policías locales”. Exige que se actualicen las dietas que “se han quedado antiguas desde el año 90”.
Denuncia que el catálogo de puestos de trabajo continúa también “obsoleto”, aunque se ha renovado “mínimamente y por debajo de las reclamaciones exigidas”. En la actualidad, son 30 los policías destinados a la frontera y, cree el SUP, “se necesitan muchos más para la puesta en marcha de esa Frontera Inteligente que está por terminar”.
Ruiz Barranco determina que solo el paso de Beni-Enzar es el único que esta abierto y no confía en que, a corto o medio plazo, se vaya a producir la apertura de algún otro puesto fronterizo. A pesar de esto, exige que se aumente la plantilla que ahora se fija en unos 10 agentes por turno, hasta los 15 o 20 efectivos, para evitar problemas con las vacaciones o los permisos.