Francisco Díaz se congratula de que la Iglesia de la Purísima Concepción ya esté abierta al público y avanza que se trabaja en “recuperar” la antigua farmacia militar y en convertir la Casa del Gobernador en un hotel.
El presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental recuerda que uno de los objetivos de la legislatura era terminar la restauración de la Purísima Concepción, ya que supone un paso en la revitalización de la zona. En este sentido, aplaude el “montón de visitas que está recibiendo” y la buena opinión que está generando.
Otro de los retos que se ha marcado el Gobierno local es la rehabilitación de la antigua farmacia militar, algo en lo que se trabaja con el “levantamiento del plano”. Asimismo, apunta que la casa del farero es otro espacio que se quiere restaurar, al tiempo que se mejoran las fachadas de algunos edificios de Melilla la Vieja.
En cuanto a la Casa del Gobernador, anuncia que “en poco tiempo” se dará a conocer de qué forma se rehabilita. La idea, tal y como anunció hace meses Miguel Marín, es convertirla en un hotel, aunque se tiene qué decidir si se hará con financiación pública o privada.
Por otro lado, señala la “sorpresa desagradable” que se encontró ayer en el callejón de San Juan, concretamente donde se ubica la sede de la Casa de Ceuta en Melilla. Se refiere a unos maceteros que han aparecido “desplazados y tirados”, algo que califica de “vandalismo puro y duro”.
En este sentido, sostiene que está en contacto con el consejero de Seguridad Ciudadana para estudiar la posibilidad de que Melilla la Vieja vuelva a contar con cámaras de videovigilancia, a pesar de que implique un “desembolso” de dinero. En principio, comenta, las “controlarían” los vigilantes del Museo Etnográfico y del Museo de Arqueología e Historia o los trabajadores del 112.