Emilio Guerra cree que “el sufrimiento y el calvario” al que están siendo sometidos los miembros de CpM que siguen en prisión provisional “es impropio de un estado de derecho”. Está convencido de que “se está creando la sospecha y el precedente de que cualquier español de cultura imazigen podría ser considerado o tratado de forma diferente dada una supuesta ascendencia marroquí y la hipotética posibilidad de que posea también pasaporte del vecino país”. Así lo refleja en un comunicado que reproducimos íntegramente:
El sufrimiento y el calvario al que están siendo sometidos nuestros compañeros/as es impropio de un estado de derecho. Afirmar que ahora mismo están privados de libertad por tener los apellidos que tienen en el DNI y ser de un origen o etnia concreta, se desprende del texto del propio auto, no me lo estoy inventando, lo ha podido leer todo el mundo.
Parece como si hubiéramos vuelto a los años ochenta del siglo pasado y que tras más de 45 años de reconocimiento de derechos hayamos vuelto a la casilla de salida.
A mi juicio, se están vulnerando derechos fundamentales y, por tanto, el artículo 14 de la Constitución. Se está creando la sospecha y el precedente de que cualquier español de cultura imazigen podría ser considerado o tratado de forma diferente dada una supuesta “ascendencia” marroquí y la hipotética posibilidad de que posean también pasaporte del vecino país.
Conforme vamos conociendo un poco más del sumario, voy entendiendo mejor el desafortunado nombre dado a la operación “Santiago-Rusadir”. Luego nos acusan de victimistas y de utilizar el comodín del “racismo”; pero el nombre no es elegido al azar y lleva implícito el de “Matamoros”, así que hay que tomarlo como lo que es: una evidente provocación para el 60% de la población melillense que es de origen rifeño.
Resultan escandalosos algunos términos y afirmaciones que se pueden leer en el sumario, cuando hace referencia a que la familia en la cultura musulmana es factor inquebrantable que puede asegurar la comisión de delitos y la pertenencia a organización criminal. Todavía no salgo de mi perplejidad, lean y juzguen.
Como demócrata, me preocupa la deriva que está tomando nuestro sistema en general, donde parece que todo vale por muy perverso y retorcido que sea. No hay más que ver las noticias nacionales diarias y observar la politización y degradación de las instituciones en general.
Las defensas de los compañeros/as ya se han pronunciado públicamente. Seguirán actuando y utilizando los recursos legales que estimen oportunos, de modo que solo nos queda esperar y ser respetuosos con los tiempos y acciones de la justicia, aunque insistimos que el daño que se está causando a los compañeros/as es gratuito y desmedido, parece como si se tratase de matar moscas a cañonazos, algo que no tiene ni sentido ni precedente en nuestro país.