El consejero de Medio Ambiente confirma que, como mínimo, Tragsatec seguirá explotando la planta desaladora hasta marzo y, cuando la Ciudad Autónoma compruebe que no hay “ningún inconveniente técnico”, la gestionará a través de Sacyr Aguas.
Recuerda José Ronda que el pasado 6 de diciembre estaba previsto que el Gobierno local se encargase de gestionar la desaladora, pero al tener una serie de “reticencias”, se acordó con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir retrasar el trámite hasta que los cuatro módulos funcionasen a la perfección. De hecho, la actual adjudicataria está elaborando un informe y “revisando las instalaciones” para Sacyr Aguas.
Aunque en un principio el acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir era de dos meses prorrogables a otros dos, señala que ese plazo se podrá ampliar “en función del resultado del informe”.
Por otro lado, avanza que se ejecutará una “importante obra” para que la instalación cuente con una “línea eléctrica de alta tensión para darle más potencia a toda la planta”, aunque todavía se está estudiando “por dónde llevarla”. En este sentido, resalta que, actualmente, funcionan tres de los cuatros módulos “a muy buen ritmo”, distribuyendo 24.000 metros cúbicos diarios.
En cuanto a los cortes de agua que se producen con cierta frecuencia por la rotura de tuberías, apunta que es debido a que no aguantan la presión, aunque espera que se solucione pronto.