La Campaña Mundial por la Educación celebrará su acto central en Melilla el sábado 27 de abril en el que todas las entidades que participan se instalarán en la explanada de San Lorenzo para reclamar “el derecho a la educación de las personas más desfavorecidas” y que este año piensan centrar sus esfuerzos en la prevención y lucha contra los discursos de odio bajo el lema ‘TransfórmaTE para CONvivir’
Lucía Herrera explica que esta iniciativa nace con el compromiso de “enfrentar el reto de cómo satisfacer las diferentes necesidades del alumnado” para estar preparados ante un futuro “incierto y complejo”.
Apunta la decana de la Facultad de la Ciencia de la Educación y del Deporte que “los discursos de odio se están extendiendo más rápido y más lejos que nunca” por el incremento en el uso de las redes sociales y el “aumento del populismo”. Señala que el último informe PISA ha reseñado que solo un 7% del alumnado alcanza las competencias suficientes para poder “discernir entre hecho y opinión” y esto refleja que se debe intensificar los esfuerzos para incrementar la alfabetización mediática y el pensamiento crítico.
En este sentido, determina que la educación transformadora “es clave para hacer frente a la incitación al odio y poder avanzar hacia sociedades pacíficas, justas e inclusivas”, deconstruyendo pensamientos y narrativas violentas.
Isabel Torrente de Melilla Acoge ha enumerado las actividades que se desarrollan durante la Semana de Acción Mundial por la Educación con la “distribución de material elaborado”; el acto central que cuenta con la colaboración de asociaciones, la Ciudad Autónoma y la Dirección Provincial de Educación; o la sensibilización de la población a través de los medios de comunicación locales.
Finalmente, Juan Ángel Berbel señala que en la etapa de Educación Secundaria es donde más se manifiestan este tipo de discursos por la cercanía a las redes sociales y los “prejuicios anclados en el entorno” cercano. Aún así, el director provincial de Educación pone en valor que en una ciudad como Melilla el trabajo en diversidad es cotidiano para “suavizar” discursos relacionados con el racismo, la xenofobia o la transfobia.