El hecho ocurrió el pasado día 9 de abril, cuando la Central Operativa de Servicios (COS) recibe una llamada telefónica sobre las 08:20 horas informando sobre la presencia de dos personas en el agua con dificultades para llegar a la costa en la zona de Aguadú.
Los agentes del Equipo de Natación, Intervención y Rescate (N.I.R.) de la Comandancia se dirigieron inmediatamente al lugar en la embarcación oficial, y una vez en mar abierto, observaron que el fuerte oleaje de levante dificultaba la navegación y la localización de los rescatados, sin embargo, con la pericia en el gobierno de la embarcación del agente y la coordinación de una patrulla terrestre de servicio se pudo llegar a la zona en pocos minutos.
Los dos jóvenes fueron localizados en la zona indicada, uno a unos 20 metros de la costa y el segundo más próximo a la costa, dificultando aún más las maniobras de aproximación y rescate al riesgo de colisión real con las rocas.
Ya los dos jóvenes a bordo, los agentes se retiraron del lugar y una vez en zona segura, se realizaron primeros auxilios que presentaban temblores por el frío, así como cortes y rasguños en las extremidades superiores e inferiores y el abdomen.
Una vez arribados en Puerto Noray, el equipo médico del servicio del 061 realizó una primera exploración de los auxiliados y los trasladaron al servicio de urgencias del Hospital Comarcal de Melilla donde fueron asistidos por las lesiones y síntomas de hipotermia que presentaban.
Las personas auxiliadas se tratan de dos jóvenes adultos de nacionalidad española.
Recomendaciones de la benemérita para los bañistas en zona de Aguadú
El paraje de Aguadú es una zona rocosa al mar abierto frecuentada por los melillenses aficionados a la pesca y para el baño durante todo el año, y en especial, en periodo estival.
Dadas las características de la zona se recomienda llevar calzado y vestimenta adecuada para protegerse de arañazos y cortes ante la actividad a realizar.
En caso de baños, evaluar las condiciones del mar, debiendo ser conscientes de la capacidad física para nadar en mar abierto cuando no se encuentra en condiciones propicias para su disfrute, verificar la profundidad y la presencia de posibles rocas e ir acompañado en la medida de lo posible.
En resumen, la prudencia es un factor decisivo que puede marcar la diferencia entre un día de disfrute y una situación de peligro.