El pasado viernes 28 de marzo se produjo un motín en el centro de la Purísima. Los menores recibieron, por ser el final de la fiesta de Ramadán, varios regalos en forma de prendas de ropa «de forma violenta y agresiva» 10 euros por persona. Los trabajadores tuvieron que contener el incidente durante el tiempo que pasó hasta que llegó la Guardia Civil.
Muchos trabajadores sufrieron agresiones físicas y verbales, amenazas con armas blancas y diversas lesiones.
Sindicatos como CSIF y CCOO denuncian estos actos. El presidente de CSIF Melilla, Luis Escobar asegura que “lo peor” fue la decisión de la Consejería de Políticas Sociales de aceptar las exigencias de los jóvenes.
Resaltan que “no se puede tolerar” que este tipo de comportamientos sean “premiados” y reclaman más medidas de seguridad.
En este contexto, CCOO del Hábitat de Melilla denuncia que el nuevo pliego de condiciones de seguridad contempla la reducción de la plantilla de vigilantes en el centro, una decisión que, “lejos de ajustarse a la realidad, agrava peligrosamente el problema”. Por su parte, la CGT ha pedido la dimisión “inmediata” de la consejera Randa Mohamed por este altercado.