Un nutrido grupo de vigilantes de seguridad se ha concentrado este mediodía frente al Palacio de la Asamblea para denunciar la precariedad que sufren y exigir a las administraciones que velen por el cumplimiento de los convenios que firman. De lo contrario seguirán produciéndose incidentes como los ocurridos recientemente en el centro de Menores de Purísima y en el Hospital Comarcal, donde un vigilante resultó herido tras ser atropellado. De no mejorar las cosas, no descartan incluso hacer huelga.
Francis Aguilera, delegado del Sindicato Independiente de Melilla e integrante del Comité de Empresa de Sureste Seguridad, ha explicado que de un tiempo a esta parte las empresas no paran de escatimar en seguridad porque hacerlo no tiene ninguna consecuencia por parte de la administración que les contrata. Ello repercute directamente en los vigilantes, asegura, quienes trabajan cada vez en condiciones más precarias.
Denuncian falta de personal, de material y dificultades para conciliar, entre otras cosas.
Aguilera ha dicho que si bien esta primera concentración se ha hecho frente al Ayuntamiento, podrían haberla hecho también en Delegación o en el Ingesa. Y es que los problemas de los vigilantes son generalizados en todas las empresas del sector.
Por otro lado, Aguilera ha reconocido que tras la reunión que han mantenido con la consejera de Políticas Sociales y el consejero de Seguridad Ciudadana se han producido algunas mejoras en Purísima. Después de dos años tienen línea de teléfono fija y ya se ha arreglado la barrera de acceso. Además, desde la Ciudad se han comprometido a cambiar el mobiliario.
A esto hay que añadir el compromiso de trasladar al menor que estaba generando muchos problemas a otro centro donde pueda recibir una atención especializada.