El presidente de Somos Melilla y diputado de la Asamblea, Amín Azmani, cree que la planta de la desaladora es “un monumento a la desidia” y sostiene que la gestión del agua en la ciudad “sigue siendo penosa y lamentable”.
En declaraciones a COPE Melilla, ha condenado que ningún Gobierno haya sabido dar una solución a este problema y lamenta que se hayan perdido dos décadas para solventar este asunto. Cree, que el suministro debería estar ya garantizado al cien por cien y que ya se tendría que haber cometido la mejora de la red de distribución “que es muy antigua”, dice, y que impide que los melillenses tengan agua de calidad en sus hogares.
Azmani ha pedido al consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, que no actúa como sus antecesores y trate de “echar balones fuera” culpabilizando a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de los problemas actuales, aunque también este organismo tenga parte de responsabilidad. Somos Melilla quiere saber qué va a hacer la Ciudad para revertir la situación y garantizar el suministro.