En el IES Miguel Fernández han arrancado las charlas del plan director que se imparten desde la Unidad de Coordinación contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno y que abarca distintos contenidos, “siendo uno de sus objetivos la prevención de comportamientos de discriminación por razón de sexo o sexual y la prevención de la violencia de género”. Se trata de una formación orientada a los alumnos de cuarto curso de la ESO, Formación Profesional y ciclos formativos que se desarrollará hasta abril. Esta semana llegará a los institutos Juan Antonio Fernández, Rusadir, Virgen de la Victoria, Leopoldo Queipo y Enrique Nieto.
Talleres impartidos por Laura Segura, el fin último es que el alumnado “sea capaz de reconocer los primeros signos de violencia y, de esta manera, prevenir futuras conductas violentas y, a su vez, detectar las que ya se puedan estar dando”. Además, persiguen aumentar la prevención de los riesgos asociados a las nuevas tecnologías digitales o el ciberacoso, “ya que las redes sociales y los servicios digitales introducen nuevas formas de violencia de género”.
Apunta que los datos señalan que se está dando un aumento de la violencia de género en edades más tempranas, “especialmente manifiesta en la violencia de control”, de ahí que crea que es “fundamental” hacer pedagogía de la no violencia”.
Adolescencia en España
Según la macroencuesta de violencia sobre la mujer de 2019, el 6,2% de las adolescentes de 16 y 17 años ha sufrido violencia física por parte de sus parejas o exparejas, el 6,5% violencia sexual, el 16,7% violencia emocional y el 24,9% violencia psicológica o de control.
Y los resultados del estudio de 2020 ‘La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España’ realizado a una muestra de 13.267 adolescentes de 14 a 20 años reflejan que las situaciones de violencia de género en el ámbito de la pareja que un mayor porcentaje de chicas adolescentes reconoce haber vivido alguna vez o con más frecuencia son las de abuso emocional (“insultar o ridiculizar” por el 17,3%), control abusivo general (“decidir por mí hasta el más mínimo detalle” por el 17,1%) y controlar a través del móvil (14,9%).
El 11,1% reconoce que se “ha sentido presionada para situaciones de tipo sexual en las que no quería participar”, el 9,6% que le han hecho “sentir miedo”, el 8,7% que le han dicho que “no valía nada” y el 8% que el chico que la maltrató “presumía de dichas conductas”. En cuanto a la violencia sexual, los datos del estudio reflejan que el 14,1% de las adolescentes reconoce que se han sentido presionadas para actividades de tipo sexual en las que no querían participar.
El acoso sexual online a adolescentes aumenta significativamente en la última década. Las situaciones que más sufren son las relacionadas con mostrar fotografías sexuales (48%) o que se las pidan (un 43,9%), y el 23,4% afirma haber recibido peticiones de ciber-sexo online. Siendo de destacar que desciende la violencia de género en adolescentes, sobre todo dentro de la pareja. No obstante, se indica que subsiste y es necesario poner el acento especialmente en la violencia sexual y, en concreto, en el acoso sexual online.
Explica Laura Segura que “por lo general, los chicos y chicas muestran rechazo a la violencia de género, pero si es cierto que reconocen que se dan relaciones de violencia en su entorno y no reconocen otras formas más sutiles de violencia. De la misma manera que los chicos que la ejercen a veces no son conscientes que la están ejerciendo”.