Adolfo Utor desmiente las “declaraciones malintencionadas” que señalan que el concurso del nuevo contrato marítimo está hecho “a medida” de Baleària porque no ha presentado el Rusadir -el “mejor barco” que posee-, aunque avanza que se incorporaría posteriormente si gana el concurso. La oferta de la compañía contempla 13,5 millones de euros anuales y una reducción del 25 por ciento de las tarifas máximas “a pesar de los pesares”.
Explica el presidente de Baleària que el concurso tiene en cuenta varios aspectos que se puntúan hasta llegar a un máximo de cien puntos. Uno de ellos es la sensibilidad medioambiental, valorada en 20 puntos. Aunque el Rusadir es un ferry eléctrico, según la Organización Marítima Internacional, “está exento del indicador que mide la relación de CO2” -que conlleva diez puntos- uno de los motivos que ha condicionado que se presenten Hypatia de Alejandría y el buque Sicilia en vez del Rusadir.
El peso de la puntuación recae en la oferta económica que lance cada naviera. En el caso de Baleària, 13,5 millones de euros al año. Y otra cuestión que se valora a la hora de decidir la adjudicataria es la tarifa máxima: “lo que paga el pasajero”. En este sentido, señala que, aunque la intención era subir el precio como consecuencia de la inflación, se ha decidido disminuir en un 25 por ciento ese parámetro, porque se gana un punto por cada porcentaje que se baje.
Insiste Adolfo Utor en que “en ningún caso se ha beneficiado a nadie” y sostiene que estos argumentos son suficientes para demostrarlos. Por otro lado, espera que Baleària sea finalmente la naviera que gane el concurso.
En cuanto a la impugnación de Armas Trasmediterránea, comenta que no conoce los motivos y no sabe si afectará al proceso de adjudicación, ya que depende de los “argumentos que haya expuesto”. Por último, considera que el concurso “ha innovado poco con respecto a anteriores”. De hecho, dice que “no ve prácticamente ninguna diferencia”, por lo que le “choca” la disconformidad que muestran el Gobierno local y Trasmediterránea con el nuevo contrato marítimo. Asimismo, cree que no se puede hablar de monopolio cuando “todo está perfectamente acotado” a través de una serie de requisitos.